Recuerdo una frase de Fanny, la enfermera de Base
Artigas, que me llamó mucho la atención, “en la Antártida no hay ni un día igual al anterior, es un ciclo que
cambia constantemente”. Así que… a ver qué día nos depara hoy.
Esta mañana, además del tiempo, yo tampoco estaba igual. Las
botas después de casi 4km de ida y vuelta, me pasaron factura. Y me hicieron
rozadura. Sé que la intención era ir a Base Artigas y lanzarnos al misterio de
los restos de madera. No obstante, sintiéndolo muchísimo, no puedo jugármela
8km más. Pues aquí estoy todo el día caminando montaña arriba y montaña abajo y
si la herida va a más no podré cumplir el objetivo.
Además del malísimo tiempo que hace esta mañana, que como
hoy nos pasase lo mismo que ayer y no tuviese la suerte de encontrarme a los
uruguayos rescatadores, a ver hasta dónde voy con el pié mal. Pero no os
preocupéis, pues en lo primero que he pensado es en el blog y mi proyecto, y no
me he quedado en la Base.
A causa del mal tiempo y el aguanieve, las montañas estaban
completamente encharcadas y los vehículos que tienen los chilenos no deben, o
no es aconsejable, que circulen en esas condiciones. Así que, fuésemos donde
fuésemos, debía ser a pie.
Así que la opción más recomendable era la Base China,
conocida por “Great Wall Station”. Dicen los chilenos que los chinos son
tremendamente acogedores, y que una vez entras, lo difícil es despedirnos.
Así que allá vamos, como dice Bruno “chino, chano”, hasta la
Base asiática. 2km caminando despacio y con cuidado. (Hacia dónde señalo en la foto, unas bases de color naranja al fondo)
El camino, a diferencia de ayer, fue menos frío y ventoso.
No obstante, esta vez nos acompañó la lluvia, los charcos y el aguanieve.
Las
piedras resbalaban y según dónde pisases te encontrabas un charco que te mojaba
hasta las rodillas. Aparentemente todo era nieve, pero a la que pisabas, debajo
de esa nieve estaba lleno de agua.
Subidas, bajadas. Y ahí estaba, la Base China.
Se veía lejos, pero llegamos en menos de lo que canta un
gallo. No se si porque el camino de Artigas se me hizo larguísimo y durísimo, o
porque realmente ha sido un paseo.
Llegamos a la Base y nos encontramos Wu – ese es su nombre
familiar – un nuevo amigo que sumamos a nuestra historia.
La Base China era de esperar que sería la más completa y
avanzada de todas. Pero, ¿tanto? Al lado de esta Base las demás parecen meros
refugios. Pero vamos a dejar el tema de las Bases para otro día. Tengo
mucho que decir de las bases, estos peculiares “hogares” antárticos.
Nada más llegar, los tradicionales sellos de pasaporte (si os fijáis, en el chino ponen las coordenadas exactas de la Base China, Great Wall Station.
Wu nos acoge estupendamente bien, nos ofrece uno de los
“típicos” aperitivos chinos: vegetales, tofu y legumbres (si algún día vais a China
os aconsejo que probéis estos platos que pican una barbaridad).
Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la "coca-cola China"
Después de comer, nos enseña la “Sala de Juegos” (que le
llamaríamos en España). No recuerdo como lo llamaba el, pues la comunicación –
al igual que en la base rusa – era en inglés, y el nombre de la sala me lo ha
dicho en chino.
Hemos jugado a bádminton, y tengo que decir que los chinos
son buenos deportistas. Pues me ha pegado una buena paliza. Recuerdo que mi pié
no está muy bien.
Aún así ha sido divertido y hemos podido crear una
“conexión”, esa que suele ser tan difícil de crear con los chinos.
Y ahora os preguntaréis, ¿por qué hemos ido a la Base China?
Y ahora os digo, ¿dónde creéis que se puede encontrar el San Telmo? Hundido.
Así que – me siento un poco extraña preguntando y respondiendo yo misma, pero
espero que antes de leer la respuesta, en vuestra mente penséis lo mismo que yo
– ¿qué país es una de las primeras potencias mundiales, por no decir la
primera? Efectivamente, China.
Si os fijáis en las imágenes en las que juego a badminton
con él, las paredes están llenas de fotos y escritos sobre avances y
exposiciones. Y en una de ellas hemos encontrado esto:
¿Qué es? Wu me explica que es una clase de maquina
conocida como UUV (que son las siglas en ingles de su nombre: Unmanned Underwater
Vehicles).
En otras palabras, un submarino no tripulado,
controlado por control remoto desde alguna embarcación en la superficie o bien una
unidad autónoma que es capas de tomar decisiones propias, tal como lo haría un
robot.
Su utilidad principal es la exploración de las
regiones profundas del océano, donde un submarino convencional no podría llegar
o seria demasiado peligroso para la tripulación que estuviera dentro.
El interés de explorar el fondo oceánico puede tener
distintos objetivos, buscar yacimientos de petróleo o gas, estudiar los
organismos que habitan en las profundidades, o bien, buscar restos de antiguos
naufragios.
Así que ahí tenemos, en nuestras narices, una
oportunidad de investigar en las profundidades, siguiendo las coordenadas,
dónde podría encontrarse nuestro buque. Cualquier resto que haya quedado
sepultado en lo profundo del pasaje de Drake.
Tras compartir direcciones y mails, le propongo a Wu
un pacto de colaboración. Le atrae la idea y le parece curiosa. No obstante, el
no es físico ni historiador, el es biólogo y estudia las focas marinas. Así que
promete reenviarme el contacto de su superior, y del Instituto Polar de
Investigación en China.
Crucemos los dedos, sería una muy buena oportunidad
para llegar al fondo de nuestra investigación en altamar. Algo que nosotros
jamás nos habríamos imaginado poder conseguir jamás.
Volvemos a nuestra Base, el tiempo empieza a empeorar
cada vez más. Y ahora sí que vuelve el viento.
Llego a la Base y me reciben con una parrillada de
carne típica de Chile, estupendo para entrar en calor.
Rafael, el médico, me cura la herida del pie para
mañana poder seguir con toda la aventura como nueva.
Ahora me voy a descansar. Pero antes de acostarme quiero dar mi más sincero agradecimiento a China, me ha sorprendido su hospitalidad, amabilidad y colaboración.
PD: Feliz día del padre.
De ser necesaria, la ayuda de la Base China puede ser crucial. La puesta en marcha del operativo, pero, debe tomar tiempo y permisos.
ResponderEliminarHuuum... No sé...
Quizas lo más practico sea estudiar primero la naturaleza de los restos de madera cerca de Artigas.
La Base Uruguaya veo que no está en la costa que da al estrecho de Drake, la veo situada en lado antártico de la isla. Parece que el naufragio es más probable que se hubiera producido en la costa norte. Tambén podría ser la madera en cuestión, lo que queda de un refugio fabricado con los restos del navío...
Bueno. Ya se verá.
Correcto Fede! De hecho en breves tendremos noticias de los restos de Artigas. El naufragio imaginamos que fue en el cabo Sheriff, y que hicieron como Shackleton. Un bote para intentar buscar alguna escapatoria. Y podría ser entonces los restos que se encuentras en Artigas...
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