martes, 11 de marzo de 2014

Martes 11 de marzo: Cambio de planes


Esta mañana el frío se notaba menos de lo habitual. La mezcla de nervios e ilusión camuflaban los 8 grados del exterior. Eran las 07.30h, y nos vamos al punto de encuentro con los demás militares y científicos, la recepción del hotel Faro Evangelista. De camino nos da los buenos días el amanecer más increible que he visto en mi vida. El sol sale por el este, una parte de la tierra del fuego – donde nos encontramos – así que os voy a regalar una imagen para compartirlo con vosotros. La luz naranja no se aprecia como en vivo y en directo, pero para que os hagáis una idea.




Una vez allí, nos informan que la climatología no es muy buena, y que deberíamos posponer el vuelo a las 12.30h. Unos se quejan, otros prefieren ser prudentes, y yo obedezco órdenes. Todos los vuelos se han anulado por seguridad. Aquí dicen que “un viaje a la Antártida no lo decide el piloto, sino lo decide Dios”. Así que mientras espero la llamada de Dios, me voy a ver Punta Arenas.


Lo primero que hago al salir es dar un tercer y último beso a la estatua de Magallanes. Sé que antes de ayer expliqué un poco por encima en qué consiste ese beso al pié. Pero voy a contaros mejor la historia: En la plaza principal de Punta Arenas, plaza Muñoz Gamero, se encuentra en el centro un enorme monumento dedicado a Hernando de Magallanes, descubridor de la Patagonia a comienzos del siglo XVI. Hernando de Magallanes, el navegante portugués al servicio del rey de España, fue quien el 31 de octubre de 1520 descubrió la entrada del estrecho - que posteriormente llevaría su nombre. Magallanes, durante la travesía del Estrecho, desde su navío vio muchas fogatas que encendían los indígenas en el interior y el lateral de las tierras que estaban al sur del canal, fogatas que ardían por días y despedían mucho humo, Magallanes por lo tanto las llamó Tierra de los Humos. Poco a poco esta denominación fue cambiando a Tierra de los Fuegos y finalmente derivó en la actual Tierra del Fuego. Se extiende al sur y al este del estrecho de Magallanes y está compuesto por una isla principal, la isla Grande de Tierra del Fuego y una infinidad de islas grandes y pequeñas. Pertenece en su mayor parte a la república de Chile, excepto la parte oriental de la isla Grande de Tierra del Fuego y la isla de los Estados que pertenecen a la república Argentina.  Por si no hubiese demasiado conflicto ya entre Chile y Argentina, también comparten la Tierra del Fuego. De hecho nuestro premiado Enrique es precisamente de la capital de tierra del fuego, Río Grande, pero de la parte Argentina. Más adelante hablaré de él.

 En dicha estatua figura una serie de personajes entre el que destaca un Ona o Selknam, habitante originario de estas tierras y que posa sentado con la mirada distante. La tradición local dice que, si besas el pié de Magallanes, tu destino será volver a Punta Arenas. Pero no solo, sino acompañado de quién compartirá contigo el resto de vuestras vidas. Ya veis, una ilusión romántica de esas que tanto nos gustan especialmente a las mujeres. Los dos primeros días besé el pie por la tradición. Pero hoy, lo he besado para que Magallanes me vea desde allí arriba y me mande toda la suerte del mundo para poder volver, SANA Y SALVA, de nuevo a Punta Arenas.


Por cierto, el otro día me preguntaba un amigo mío gallego que cuál era el animal representativo Punta Arenas: El Guanaco, muy parecido a una Llama.



Volvemos al hotel, son las 12.30h. Mientras espero conozco a Ricardo, un huésped del hotel. Este me cuenta algunas de las leyendas chilenas y el por qué de muchas tradiciones. Entre ellas, le pregunto por qué me llaman ‘Lola’ para dirigirse a mí. Se ríe y me explica de dónde viene ese término: “La Lola es un personaje que forma parte de la mitología de una amplia zona geográfica, pues su leyenda se registra en muchos territorios chilenos. En la época de los descubrimientos, fue muy conocida una bella mujer llamada Lola. Su padre vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados. La Lola sembraba ilusiones y desengaños en los hombres, y mucha envidia entre las mujeres. Un día conoció a un hombre del que se enamoró, pero él amaba a otra mujer; ella, al sentirse desplazada, se transformó en una terrible celosa. Fue así como, una noche, se dirigió descalza y silenciosa a la habitación donde dormía el hombre y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y alaridos. Al tiempo regresó al poblado, víctima de la locura, solo sabiendo reír, hasta que murió. Desde entonces la Lola y su espíritu vengativo recorren los cerros.” E aquí la gran pregunta, ¿qué tengo que ver yo con esa lunática? Ricardo me dice que las mujeres jóvenes estamos un poco locas por naturaleza. Le pongo mi típica cara de circunstancia, cara de ‘no sigas por ahí’. “¡juventud, divino tesoro!” dice evitando la carcajada. Es por eso que a las mujeres jóvenes se les llama ‘lolas’, y a los hombres ‘lolos’.

Son las 12.35h, aún no sabemos nada del viaje a la Antártida. Me pido un café, abro el ordenador y nos traen el diario. ¿Recordáis lo que os dije de que Punta Arenas estaba llena de perros callejeros? Pues e aquí el segundo problema con el que me encuentro en tres días – el primero fue cuando saltaron tres perros a morder nuestro ‘auto’. Un perro callejero ataca a un niño y le muerde la cara. Nos cuentan de dónde viene esta eterna pelea entre protectoras y administraciones. Resulta que un sacerdote hizo un llamamiento a la cordura, y pidió a los dueños que los perros que les pusiesen collar, que les domesticasen y les tuviesen en casa. Con la excusa de que hay que respetar a los perros callejeros, los propios dueños de muchos perros dejaban que los suyos también se fuesen de ruta turística e hiciesen amigos por ahí. Así que tras estas palabras, la sociedad chilena – aquellos que estaban hartos de los perros callejeros – se lo tomaron como una ‘permisión’,  y se pusieron a matar a los perros callejeros. Aquí empezó la eterna pelea, pues las protectoras de animales arremetieron contra el sacerdote, entrando el la iglesia y destrozándola toda por dentro. Así que el tema de los perros aquí es un poco delicado. Hay muchos, pero menos. ¿Dónde están? Deberían buscar un poco de equilibrio, intentar controlar un poco la reproducción de estos, y advertir a las protectoras de animales que primero van las personas, después los animales. Y lo dice una amante de los animales, y enamorada de los perros. Pero aún más enamorada de los niños, y no se pueden permitir estas cosas en el S.XX, sea el continente que sea.





Después de explotar y decir por el blog lo que aquí no se puede decir en alto. Volvemos a nuestro tema. Nos confirman finalmente que no podemos volar hoy. El la niebla y el fuerte viento dificultan completamente el aterrizaje en la Antártida. La verdad es que mejor prevenir que curar. El riesgo sin control no es una aventura, hagamos un llamamiento a la cordura y pongamos los pies en el suelo. Ante todo vamos nosotros, y nuestra supervivencia. La historia del San Telmo lleva desconocida casi 200 años,  y por un día no cambiará.




Ahora os pensaréis que en Punta Arenas no hay absolutamente nada, y que sólo hace frío y está todo medio muerto. Para nada, es la ciudad más poblada de toda la Patagonia chilena. El nombre de Punta Arenas surgió de la lengua española Punta Arenosa, traducción proveniente del inglés «Sandy Point». Pues toda la isla está rodeada de arena, y entra al mar siendo arena. Por eso no hay puerto de calado importante (están en ello).





Nos vamos al Museo del Recuerdo, en el Insituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes (UMAG). La universidad pública más tradicional e importante de la Patagonia Chilena. Este museo muestra edificaciones patrimoniales que incluye maquinarias y herramientas antiguas, que forman parte de un Museo Abierto. Como mi objetivo no es poner un parrafote de trabajo universitario (algo que podéis encontrar en Wikipedia) voy a ir directamente a lo que más me ha llamado la atención.

Nada más entrar en el museo, que es al aire libre, está todo el campo lleno de vehículos antiguos, exactamente 86 piezas. Transportes de caballo, buey, a vapor, diesel… Todos y cada uno de los transportes desde el siglo pasado. 



Aquí os dejo tres: el ‘carro’ de pasajeros que me ha parecido muy bonito.




La carreta Chancha – el transporte más antiguo de los que había ahí, hecho de madera y clavos, del 1890.




 Lo gracioso del último es que se empezó a utilizar en las fuertes nevadas, para transportar las neveras (seguro que fue un hombre quién lo inventó, las mujeres podríamos sobrevivir a una nevada sin cerveza).


Hombres y apasionados del motor, aquí os dejo tres reliquias más del 1918: Un Martini suizo, un Ford americano y un Peugeot francés.




















Hasta el 1945, que descubrieron el petróleo en Chile, la gasolina se transportaba así:


La primera petrolífera medía 16 metros y pesaba 7 toneladas. Y estaba construida de madera:



Aquí tenéis una casa típica de la época de Punta Arenas:


Entro en una exposición de navíos y veo en la puerta un mascarón mujer (las figuras que llevan los barcos en proa).



Pero entro, y veo otra de un hombre, con color y todo (imagino que está reformada porque el pobre mascarón está decapitado, imagino que por el tiempo, así que dudo que el color se haya conservado tan bien). Entonces le pregunto al guía que por qué siempre suelen ser mujeres mascarones, y no hombres. A lo que me responde que lo único que sabe es que el 99% de los mascarones son mujeres.





Así que le pregunté a mi gran amigo rápido e infalible INTERNET, y me dijo: “Si la mujer tiene poderes especiales sobre el mar, es lógico que el mascarón de proa de una nave lo refleje a través de la imagen de una mujer vestida o a ser posible semivestida según la creencia de que una mujer desnuda puede apaciguar tormentas. Sin embargo, los mascarones femeninos no se popularizaron hasta el siglo XVIII. Antes de esa fecha, la mayoría de los mascarones de proa representaban figuras masculinas, animales, aves y monstruos”.






Miro para un lado y veo un contrato de la construcción de un navío, que costaba exactamente 7.000 pesos.




Miro y veo barcos y más barcos – imagino que para muchas personas puede ser emocionante, yo buscaba alguna historia o algo realmente curioso que destacase de verdad. Veo este retrato y veo que es un Español, José Menéndez Menéndez. que llegó aquí en 1866 y se hizo de oro. Se dedicaba a empleos que lo familiarizaron con el negocio marítimo. Una vez aquí logró amasar renombrada fortuna como comerciante, empresario naviero y ganadero. Y veo las maquetas de sus ‘simples’ y ‘pequeños’ barcos. 




Me giro para irme y veo esta foto, a ver si os suena:




¿Recordáis el palacete que os enseñé ayer? Cuando os contaba que las familias polacas e inglesas se instalaron aquí en busca de oportunidades, etcétera. Pues para mi sorpresa en el museo veo esta foto. Pertenece Sara Braun, la foto del palacete que hice ayer, pero por la parte trasera. A continuación os voy a contar un culebrón del siglo XIX. Mujeres, esto va por vosotras:





Sara Braun Hamburguer, llegó a Magallanes el año 1874, y el 23 de agosto de 1887 contrajo matrimonio con el pionero portugués José Nogueira, un rico comerciante. Tras la muerte del lusitano heredó su fortuna y sus bienes, poniéndose Sara Braun al frente de los negocios. El palacete que me llamó la atención ayer es el Palacio Sara Braun, declarado Monumento Nacional. Se encuentra completamente restaurado y se pueden apreciar muebles y estilos de la época.


Se dice que Sara Braun hizo múltiples donaciones a la ciudad, entre las que se recuerdan el pórtico del Cementerio Municipal. A esta donación se le agrega un mito curioso y un poco macabro, según el cual el cuerpo de Sara Braun, fallecida en Viña del Mar el 22 de abril de 1955, habría sido embalsamado y que cada 1º de noviembre es sacado de su féretro para ser maquillado y peinado.



Paralelamente, veo este cuadro. Es Mauricio Braun, el hermano de Sara Braun. Otro comerciante más, para variar. Armador y animador de la mercancía marítima. Pero para seguir con las casualidades, Mauricio estaba casado con la hija de José Menéndez, el rico mercantil español.



Como veis, hay muchas maneras de ver museos. Mientras yo intentaba hilar cabos familiares entre familias ricas de la época, ellos se dedicaban a hablar de las exportaciones e importaciones de la época, armas y transportes antiguos. Una parte bonita del museo era la sala de cine con maquinaria antigua.




Última curiosidad. Había una maqueta de una consulta de un dentista. En el corcho no he podido evitar fijarme en esto:






Se supone que a los pobres, o clase baja, de la época se les intervenía sin anestesia, es decir, "la simple".

La libreta de firmas estaba repleta de dedicatorias como esta:


Pero me ha llamado especialmente la atención esta, ya que desconocía que los ingleses esclavizasen a los chilenos:


Por mi parte, aquí he dejado la mía.


La tarde caía, se ha pasado el día rápido al fin y al cabo. Hay una pared que me ha encantado, ocupaba todo el paseo y los dibujos eran de proporción real.






















































































































De camino a casa hemos visto una goleta con sus tripulantes. Podría ser también el San Telmo descubriendo la Antártida, ya veremos. Por cierto, me ha recordado a lo que venía yo aquí y que mañana a las 8, si Dios y los huracanes lo autorizan, partimos a la Antártida de una vez.


Angelica, la mujer de Miguel Ángel, dice que mañana hará mal tiempo. Porque cuando los pájaros cantan - que lo están haciendo - quiere decir que lloverá. Así que crucemos los dedos. 





Tengo que decir que Punta Arenas me ha enamorado en tan solo 3 días. Y tengo claro que volveré, lo diga Magallanes o no.


















               



                       





                    A.A.G-G

2 comentarios:

  1. Me encanta tu crónica de hoy. Me ha permitido recordar mis visitas a Punta Arenas. Sus calles, sus tejados de colores, el museo al aire libre...
    Recuerdo otro de História Natural situado en un Colegio Salesiano. Bonito, con mucha vitrina de madera; muy del S XIX.
    Ah! Y sí, lo del indio del monumento funciona. Yo fuí las dos veces con mi santa esposa. Debía estar enamorado. No?

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  2. Muchas gracias Fede, a mi también me encanta que diariamente me des tu opinión.

    Hay tres colegios Salesianos: Femenino, masculino y mixto.

    Creo que estás hablando del mixto, Don Bosco, no? Colegio de formación profesional: soldadores, mecánicos, etc.

    En cuanto a lo del indio te diré que hay dos indios en el monumento: el Patagón y el Kawaski, el beso se lo diste al Patagón, y el amor lo da el kawaski!!

    De todas estoy segura de que con o sin beso habrías vuelto con tu santa esposa!

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