No sé cómo describir el amanecer de hoy. Para empezar, hoy
me he despertado por el movimiento de la base y el ruido estremecedor de la
ventisca. Miro por la ventana y no veo nada, todo era blanco, todo nieve.
Durante la noche hemos tenido una fuerte tormenta que lo a cubierto todo. De
esas que hacen que tu cama sea mucho más acogedora y protectora.
Pero no será así. Estas ventiscas o tormentas de nieve son
bastante frecuentes y son uno de los principales peligros de la Antártida. Pues
uno de los índices de mortalidad aquí son precisamente esas tormentas, quedarse en el exterior sin un refugio
cercano.
Es precisamente la ventisca, el viento helado que es peor
que meterse en el agua, lo que provoca que tu sensación térmica en el exterior
esté entre -2 y -20 en verano, y en invierno nada más y nada menos que entre
-35 y -60 grados, una auténtica locura.
Tal y como cojo la cámara y salgo al exterior cuando hace
buen tiempo, también debo filmar la otra cara de la Antártida.
Así que me abrigo, me equipo y allá voy.
Por no estropear la cámara he intentado estar poco rato
filmando. A parte de a mis dedos les costaba hacer zoom, y a mis brazos no
temblar.
No he puesto trípode pues el viento se habría llevado la
cámara hasta la colina de la iglesia ortodoxa.
Arturinho, de Pontevedra, lleva días vacilándome con que no
me atrevo a zambullirme con los pingüinos en el agua. Pues bien, mira cómo está
el mar.
¡Tiene hasta hielo! Incluso está más fría que el agua de
Sanxenxo, que ya es decir. Así que me niego rotundamente a morir petrificada en
el agua.
El viento me movía de un lado a otro y así era imposible
filmar, a parte de que el objetivo de la cámara se estaba llenando de nieve y
lo último que quiero es que mi equipo de vídeo muera de congelación.
Así que tal y como me estoy yendo, me empuja el aire contra
una roca y pongo el brazo para proteger la cámara.
Llego a la Base y Rafael vuelve a curarme con un
antiinflamatorio. Ya me hace bromas porque llevo dos días pasándome por la
enfermería.
Por cierto, en esa foto estoy en frente de la Base en la que
nos alojamos. La Base Fildes. ¿Queréis saber algo de estos hogares antárticos?
Suelen ser casetas de colores llamativos como naranja o rojo, para que destaquen entre las montañas nevadas. Tienen la forma cuadrada pues empezaron siendo unos contenedores que amoldaron a hogares. Evidentemente, ya no tienen nada que ver con contenedores.
Voy a empezar por la nuestra.
Nos hemos estado alojando en la Base Fildes, que pertenece a
la Armada Chilena. La principal ocupación de nuestros anfitriones aquí, es el
monitoreo del transporte marítimo, lo cual es fundamental dado la cantidad de
provisiones y materiales que entran a la isla por esta vía.
Además de nuestra Base, Chile mantiene otras tres bases en
las cercanías y en la practica todas trabajan como su fueran una sola gran
base. Las otras bases chilenas en el área son: Base DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil). Se
encarga del control aéreo y la meteorología del área. Y la Base Escudero del
INACH (Instituto Antártico Chileno). Esta base es diferente en el sentido en
que no pertenece a ninguna agrupación militar, si no que es netamente
científica. Es decir, que todos los proyectos científicos chilenos son
coordinados aquí.
Por otro lado, la Base Frei, pertenece a la FACH ( Fuerza
Aérea Chilena), es la base más grande de la isla y la encargada del único aeropuerto.
Brinda el soporte no solo a las 4 bases chilenas cercanas sino a todas las
bases de la isla. Esta base es fundamental ya que no solo se encarga del
aeropuerto, también en ella se realizan las maniobras de suministro de agua de
las otras 3 bases pertenecientes a Chile. Como también, el procesamiento de
residuos, el almacenamiento de combustible para generación, el suministro
energético, y el procesamiento de las aguas servidas de todas ellas.
Quiero comentaros la gran problemática: la obtención del
agua, el recurso más básico de supervivencia. ¿A caso os habéis preguntado de
dónde y cómo sale el agua con la que me ducho cada día? Pues bien, el
suministro de agua de las Bases
chilenas proviene de un lago cercano llamado “Las estrellas” (el nombre me
encanta). Este se encuentra al otro lado de la colina, detrás de la Base
Ecológica y de la iglesia ortodoxa que veis allí arriba.
La Base Frei envía el agua a cada una de las bases para ser
almacenada. Luego, el personal de Frei se encarga de vaciar todas las cañerías
para que el agua que corre dentro no se congele durante las frías noche
polares. El mismo sistema es empleado en la Base Artigas de Uruguay.
Al igual que el agua, otro recurso fundamental para
sobrevivir en condiciones extremas es la calefacción.
Todas las viviendas deben contar con una buena aislación
térmica. Y los mas inteligentes construyen las bases elevadas del suelo por
medio de tanques que las separan del gélido suelo antártico y evitan la
acumulación de nieve durante las ventiscas.
La calefacción básicamente se realiza a través de calderas
centrales y calefactores eléctricos que emplean combustibles especialmente
diseñados para climas fríos.
Os lanzo otra pregunta, ¿dónde van los desperdicios? Pues estos
son procesados y enviados al continente de manera de disminuir el impacto de
las actividades humanas en el continente antártico. Del mismo modo que el agua
de las cloacas que son procesadas en la isla y luego embarcadas con rumbo a Chile. Aquí, desde una roca, a
un bloque de hielo, hasta una gota del mar, está 0% contaminada.
Cómo novedad a cerca de los desperdicios, está el sistema
Tohá. En estos últimos años se ha implementado este sistema en algunas bases,
el cual permite tratar los residuos directamente en la isla sin necesidad de
enviarlos de vuelta al continente.
Aquí os dejo una imagen del interior de la Base Artigas.
Por último, dejo la Base más increíble que he visto hasta
ahora, la Base China, Great Wall Station. Grande, inmensa y reformada.
Pisos con moqueta, pues cuando subes a la sala de arriba debes descalzarte.
La verdad es que estos pequeños hogares antárticos están
increíblemente bien adaptados al frío. Cuando estás dentro parece mentira que
estés en medio de la tierra helada y desértica de la Antártida.
Tienen a Rafael, el médico.
Quien por cierto también es peluquero – aquí hacen de todo.
Cocinero, quién por cierto me ha enseñado a hacer el pan de molde.
Pues todo lo hacen aquí.
Hemos hecho la masa, la hemos puesto en esos moldes de la
derecha.
Horno, y a cortar. (Yo y la cocina nunca nos hemos entendido lo suficiente, pero puedo decir que la Antártida me ha aportado más que experiencia, conocimientos culinarios).
Pan bimbo de toda la vida, vamos.
Así como también me ha enseñado a hacer las típicas
empanadas chilenas de huevo y carne.
Por otra parte, no me iba a quedar todo el día en la base.
Mi brazo y mi pie están mejor, asi que hemos desafiado a los fuertes vientos de
140km/hora con rachas de 200, y nos hemos ido en zodiac por el mar.
Nos hemos tenido que tapar la cara por completo pues la
nieve helada golpeaba la piel cual agujas.
No olvidéis la cara de el hombre que lleva la zodiac, Alejo.
Es muy importante y el protagonista de mi post de mañana.
Os dejo con la intriga. Me voy a comer la empanada que es la
hora de cenar (19.00h, cuando en España meriendo).
Buenas y congeladas noches.
Aqui te vas a hacer una mujercita. Aprendes más en un día que en BCN en un año. Además en la Antártida es más fácil ver que tu colaboración es necesaria y, por tanto, que tu esfuerzo rinde.
ResponderEliminarOye Adrianita. Me comenta alguna gente del Bona que te leen a diario pero no aciertan a escribirte. Lo intentan pero el Blog no acepta publicarlo.
Yo si puedo. Será que he nacido para la informática.
Ah! Decir tambien que la borrasca que muestras hoy parece de aupa. Menudo mar! Perecía una sopa de carámbanos de hielo.
sabes lo que tienes que hacer ahora, visto el "buen tiempo" que esta haciendo? coger un poco del hielo de la Antardida; o como le llaman ahi coloquialmente - hielo gruñón - este hielo proviene de los escombros remanentes de témpanos derretidos, y puede llegar a tener hasta 500 años de antigüedad. Es traslúcido, compacto, y al entrar en contacto con el alcohol comienza a resquebrajarse milimétricamente, como si gruñera. Asi que, lo que te aconsejo yo ahora es que disfrutes de un buen gintonic con un hielo Antartico, eso si que lo hemos hecho pocas personas! :) Enjoy it!
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ResponderEliminarMuchas gracias Fede! Sí la verdad es que estoy aprendiendo un montón de cosas nuevas aquí. Miraré en ajustes a ver por qué no me pueden comentar… qué pena, con lo que me gusta que me comentéis!
ResponderEliminarMorontxo muy buena jaja seguiré tus consejos de hermana para alcoholizarme entre la nieve. La verdad es que tal cómo lo has explicado apetece un montón!!
Me pregunto.......¿Cuantos habitantes chilenos, rusos, chinos, etc..., hay en la Antártida? ¿Cuántos se dedican a deshacerse de todos los deshechos?.....Sigue investigando.......,.
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